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Gestión eficaz de compromisos voluntarios: Más allá de la regulación obligatoria

Compromisos Empresariales Voluntarios

Al desarrollar proyectos que pueden tener un efecto sobre el medio ambiente, las empresas en Chile someten sus proyectos y sus medidas de mitigación, compensación o reparación de los impactos ambientales a un proceso de evaluación en el que la autoridad verifica su viabilidad ambiental. Para ingresar a este proceso, las empresas presentan una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) o un Estudio de Impacto Ambiental (EIA).  

Con la atención puesta en los impactos ambientales y sociales de las empresas, las organizaciones ya no se limitan a cumplir únicamente con las regulaciones obligatorias; sino que algunas optan por suscribir compromisos ambientales o sociales voluntarios en su calidad de integrante de la comunidad en la que se realiza el proyecto o actividad, y cuyo objetivo es contribuir a la solución de un problema que, aunque no se deriva de la ejecución del proyecto, puede llegar a afectarles.  

Es en este contexto que los Compromisos Ambientales Voluntarios (CAV) se han convertido en una herramienta valiosa dentro de la sostenibilidad empresarial, siendo aprovechados por las organizaciones para su crecimiento, reputación y contribución positiva a la sociedad y al entorno natural.  

Aquí te explicamos lo que implican, sus ventajas y cómo gestionarlos adecuadamente. 

Compromisos ambientales más allá de la regulación 

Existe una diferencia entre la obligación legal y la responsabilidad social. La primera implica el cumplimiento de la ley, en este caso respetar los instrumentos de gestión ambiental; mientras que la segunda se desarrolla más allá del simple cumplimiento de la ley, ya que esta no convierte a una empresa o entidad en socialmente responsable.  

Los Compromisos Ambientales Voluntarios (CAV) van más allá de las regulaciones obligatorias y permiten a las empresas adoptar compromisos específicos para reducir su huella ambiental. Es decir, las organizaciones plantean soluciones técnicas adecuadas, autoimponiéndose compromisos que una vez adquiridos, dejan de ser voluntarios y la empresa se ve en la obligación de cumplir con ellos. Ejemplos de estos incluyen la reducción de emisiones de carbono, el uso eficiente de recursos y la adopción de fuentes de energía renovables.  

Al acoger estos compromisos, las empresas apoyan en la mitigación del cambio climático, contribuyen al cuidado del entorno natural y al bienestar de las comunidades en las que operan. Los CAV representan una forma proactiva de abordar los desafíos ambientales, y demuestran el compromiso de una empresa más allá de lo que exige la ley

Compromisos Sociales Voluntarios: Impactando comunidades y colaboradores 

Además del impacto medioambiental, los compromisos voluntarios también abarcan el impacto social de las organizaciones, abordando desafíos sociales en comunidades y lugares de trabajo. Ejemplos de compromisos sociales incluyen programas de inclusión, proyectos de desarrollo comunitario y estrategias para empoderar a los empleados. Estos compromisos no solo generan un impacto social positivo, sino que también mejoran la percepción que la sociedad tiene de la organización y fortalecen las relaciones con los colaboradores y la comunidad en general. 

Ventajas y desafíos de la adopción voluntaria de compromisos 

Como explicamos anteriormente, adoptar compromisos voluntarios puede mejorar la reputación de la empresa, aumentar la retención de talento y proporcionar una ventaja competitiva en un mercado cada vez más consciente de la sostenibilidad. Sin embargo, también existen desafíos, como la medición del impacto y la alineación con los objetivos estratégicos de la empresa. Superar estos desafíos requiere una gestión eficiente y un enfoque estratégico. 

Siendo la gestión eficaz de los CAV esencial para su éxito, la tecnología juega un rol primordial en su administración. Un software especializado de gestión ambiental, social y normativo simplifica el trabajo que conllevan los compromisos ambientales y sociales, permitiendo el seguimiento, medición de objetivos e indicadores, y la generación de informes precisos. Esto no solo mejora la efectividad de los compromisos, sino que también libera recursos para la innovación y el crecimiento sostenible. 

Apoyando la gestión sostenible con compromisos voluntarios 

Los Compromisos Ambientales Voluntarios representan un paso adelante en la responsabilidad corporativa. Son una herramienta poderosa que permite a las organizaciones marcar la diferencia e impulsar su propio éxito. En un mundo cada vez más enfocado en la sostenibilidad, los CAV son la clave para construir un futuro más sostenible.  

En M-Risk, estamos comprometidos a ayudar a las organizaciones a alcanzar sus objetivos ambientales, sociales y normativos. En este contexto, nuestra aplicación de Gestión de Compromisos permite sistematizar los procesos de identificación, obtención, almacenamiento y seguimiento de los compromisos a cumplir; tanto los adquiridos de manera voluntaria, como los correspondientes a la normativa vigente.  

El software permite seguir los estados de estas obligaciones en un calendario, generar reportes con georreferenciación, recibir alertas de verificadores por vencer y en incumplimiento, y mucho más para mantener un trabajo eficiente y cumplir con estos importantes requisitos.  

Únete a la revolución de la responsabilidad corporativa y descubre cómo los CAV pueden transformar tu empresa y contribuir a un futuro más sostenible. Cumple con la normativa y adquiere compromisos voluntarios probando nuestro software. 

 

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