La preocupación social por un desarrollo económico sostenible ha provocado que los inversionistas requieran de mayor información ESG para determinar dónde estarán mejor protegidos sus intereses. Las normativas, por su parte, no se han quedado atrás y se han adaptado a este nuevo panorama. Es en este contexto en el que la Comisión para el Mercado Financiero de Chile (CMF) publicó la Norma de Carácter General 461, la que incorpora temáticas de sostenibilidad y gobierno corporativo en la Memoria Anual de las organizaciones.
La propuesta vela porque los emisores de valores provean a los inversionistas toda aquella información que se consideraría importante para las decisiones de inversión; obligando a los emisores de valores y a ciertas sociedades anónimas especiales a entregar mayor información respecto a su gobierno corporativo y definiciones estratégicas. En particular, cómo ese gobierno corporativo incorpora distintos aspectos ambientales, sociales y de derechos humanos.
El objetivo indirecto que busca la nueva normativa es traducir los esfuerzos de las compañías en resultados concretos promoviendo la reportabilidad bajo criterios ESG como herramienta de gestión, control y mejora continua en materias ESG; evitando que sea visto como una tarea por cumplir.
Los cambios son precisos e indican los contenidos mínimos que debe contener una Memoria Anual; entre ellos la incorporación del propósito de la empresa, la materialidad y los pilares estratégicos que la conducen, la gestión de los Gobiernos Corporativos, la Gestión de los Riesgos, Grupos de Interés y los indicadores estandarizados por industria.
El hecho que sea el propio gobierno corporativo la entidad responsable de elaborar y difundir esa información contribuye a mejorar su resiliencia al alinear la estrategia de la entidad con las expectativas y necesidades de los accionistas e inversionistas, los clientes financieros, y demás grupos de interés.
La CMF enfatiza que se hará un control riguroso a fin de que la información para los inversionistas sea de alta calidad y sobre todo útil. Al nivel de directores, destaca la responsabilidad de dictar las pautas, fijar objetivos e identificar las prioridades de estas materias dentro de la organización. En materia de las gerencias, recalca que son quienes gestionarán y deberán buscar y asignar los recursos necesarios y suficientes para poder cumplir con los objetivos.
Otro elemento de alta exigencia es la suficiencia de la información entregada; factor sujeto a multas. Se considera la entrega de información respecto de:
La obligación de regirse por la normativa es conforme a un cronograma según tipo de institución y cantidad de activos consolidados. De todas formas, todo emisor puede voluntariamente reportar su Memoria Anual conforme a la nueva normativa desde la fecha de dictación de la misma.
Todos los países de América Latina y el mundo transitan en la misma dirección; de manera que es fundamental que las organizaciones, ya sea de manera obligatoria o voluntaria, se adecúen a los requisitos que van apareciendo.
En estas circunstancias, las organizaciones tienen la oportunidad de incorporar tecnología que les permita monitorear fácilmente la gestión de cumplimiento tanto ambiental como de normativas específicas; y tener el control de lo que ocurre con las comunidades o grupos de interés en las zonas de influencia de sus operaciones.
El desafío no se encuentra en actuar en concordancia con la normativa, el real desafío recae en hacerlo de manera ordenada y sistematizada para poder llevar una trazabilidad y transparencia de la información con el fin de darle su mejor uso.