Según el Banco Mundial, más de la mitad del PIB mundial se genera en sectores que dependen en gran medida de los servicios proporcionados por el medio ambiente. Sin embargo, la integridad y funcionalidad de estos activos naturales se ven cada vez más comprometidos, ya que entre el 60% y el 70% de los ecosistemas del mundo se están degradando más de lo que pueden recuperarse.
Es así como urge que los actores económicos desarrollen planes con líneas de acción sostenibles. Los Sistemas de Gestión Ambiental están a disposición de las empresas con ese propósito; implementarlos es una necesidad prioritaria.
En el ámbito empresarial, la gestión ambiental es la administración y manejo de todas las actividades de la empresa que influyen sobre el medio ambiente mediante un conjunto de pautas, técnicas y mecanismos que aseguren la puesta en práctica de una política ambiental racional y sostenida.
Este método de dirección está regularizado bajo la norma ISO 14001, la cual exige a la empresa mantener un Sistema de Gestión Ambiental bajo el cual se controlan todas las actividades, servicios y productos que pueden causar algún impacto sobre el medio ambiente. El propósito del sistema es garantizar un correcto uso de medios y recursos, procurando que el crecimiento de la organización esté dentro de un modelo de desarrollo sostenible.
Contar con un SGA basado en la ISO 14001, además de demostrar el compromiso de la organización con el medio ambiente, permite identificar la manera en la que se están utilizando los recursos y las deficiencias de aquella estrategia, permitiendo hacer correcciones para reducir costos y mejorar resultados.
Por otro lado, en el ámbito normativo, muestra a las autoridades que la organización cumple con la legislación vigente en materia ambiental. Son múltiples los beneficios de este método de gestión, tanto para la organización como para el medio ambiente.
El estándar internacional ISO 14001 determina la totalidad de requisitos que tiene que cumplir un SGA para que sea considerado como factible y eficaz. Estos se pueden resumir en contar con una Política Ambiental.
La Política Ambiental es una declaración documentada acerca del cumplimiento y mejora ambiental definido a nivel directivo. Ésta debe manifestar el compromiso de la empresa en tres puntos: legislación ambiental, prevención y control de la contaminación y una mejora continua.
Es común que las organizaciones consideren complejo demostrar el cumplimiento en estas áreas de manera fidedigna y respaldada; pero existen aplicaciones de software que apoyan a las empresas en la gestión y cumplimiento y que entregan datos duros.
La implementación de un Sistema de Gestión Ambiental a través de una solución de software facilita y simplifica la administración los aspectos del negocio que tienen incidencia sobre el medio ambiente a través de generación de objetivos, seguimiento de KPI’s y control del programa de cumplimiento.
Las aplicaciones del software M-Risk abordan íntegramente las áreas relacionadas a gestión ambiental, simplificando el cumplimiento y aportando información para una correcta toma de decisiones.
Utilizar softwares como el de M-Risk simplifica la identificación de los aspectos del negocio con impacto medioambiental y ayuda a gestionarlos correctamente, cumpliendo los objetivos de mejora a través de información detallada y fidedigna del desempeño empresarial. Las soluciones digitales revolucionaron la gestión ambiental y constituyen una herramienta clave para la obtención de resultados exitosos.