Latinoamérica es una de las regiones más golpeadas por el cambio climático en el mundo. Brasil, México, Venezuela, Chile y Argentina son los países con más altas probabilidades de experimentar sequías extremas anuales. Para combatirlo, los países han implementado políticas nacionales de finanzas sostenibles. Es decir, han empezado a tomar en cuenta los factores sociales y medioambientales en las decisiones de inversión a largo plazo.
Esto significa que las organizaciones se están concentrado en potenciar sus capacidades de captar recursos en base a los criterios ambientales, sociales y de gobiernos corporativos (ESG), complementariamente de la rentabilidad en sí.
Este cambio hacia las finanzas verdes representa una oportunidad para la transición de la región hacia una economía más inclusiva y con nulo impacto negativo.
Cambios que se aceleran
Los cambios han ocurrido rápidamente y su velocidad seguirá en aumento. Hoy en día hay un mercado considerable de inversionistas que buscan invertir su dinero en instituciones más sostenibles. Al mismo tiempo, hay muchas entidades bancarias que deben demostrar en sus informes anuales cuánta parte de su crédito ha ido a proyectos que favorecen la descarbonización de la economía.
Esto ha provocado que el acceso al financiamiento otorgado por entidades financieras se vea favorecido para aquellas organizaciones que toman en consideración los criterios ESG y presenten Reportes de Sostenibilidad e indicadores asociados.
En esta línea, la Comisión para el Mercado Financiero de Chile publicó una normativa que obliga a los emisores de valores de oferta pública a proveer a inversionistas de toda aquella información que se consideraría importante para sus decisiones de inversión. Entre ellas, políticas, prácticas y objetivos que, en materia medioambiental, social y de gobernanza (ESG), se relacionan con el modelo de negocios y la ejecución de los proyectos.
Como Chile, todos los países de América Latina y el mundo transitan en la misma dirección. Y es de esperarse que dentro de tres años las medianas empresas también deban sujetarse a estos lineamientos. Es por eso que para lograr el cumplimiento es necesario adelantarse a los cambios, sin importar el tamaño de la empresa.
La Tendencia es Finanzas Sostenibles
En cuanto a las tendencias que están impulsando las finanzas sostenibles en Latinoamérica, podemos mencionar las siguientes:
- Fondos ESG: Al examinar las variables ambientales, sociales y de gobierno corporativo en el proceso de selección de inversiones, el capital es destinado a empresas o proyectos que buscan invertir en energías renovables, en reducir su producción de carbono y en otras acciones que generen un impacto positivo en el medioambiente.
- Bonos Verdes y Sostenibles: Buscan financiar objetivos sostenibles claros, alcanzables y medibles, el mercado de bonos sostenibles en Latinoamérica ha crecido a pasos agigantados con Brasil, Chile y México a la cabecera. Chile, por ejemplo, emitió en el 2019 sus primeros bonos verdes por un valor de USD 1.400 millones.
Esta tendencia no se puede obviar, marcará la posibilidad real de acceder a financiamiento en el mediano plazo.
Las soluciones digitales han cobrado un papel importante en la relación entre el Desarrollo Sostenible y las finanzas corporativas en América Latina, ya que permite a inversionistas y empresas tomar decisiones informadas y transparentes. El software M-Risk funciona en concordancia con los estándares y normativas internacionales de cada industria y proporciona herramientas digitales avanzadas para gestionar y respaldar información de cumplimiento ambiental, social y económica a través de gráficas, cuadros y reportes automatizados.
Impactos positivos en el medio ambiente, beneficiar a la sociedad y no perder de vista la rentabilidad económica son elementos que las finanzas sostenibles y las nuevas normativas persiguen. El incorporar tecnología en formato de software impulsa y acelera estos cambios dentro de las organizaciones, generando el cambio cultural requerido para el cumplimiento.
La sostenibilidad en el centro del negocio, levantar la mirada al largo plazo en las decisiones de inversión y la incorporación de otras complejidades caracterizarán el mundo de los negocios. Las empresas exitosas serán las que antes comiencen a transitar este camino.
